El Ayuntamiento de Barcelona instalará los primeros contenedores inteligentes de recogida selectiva de residuos orgánicos este año en el barrio de Sant Antoni, en el distrito del Eixample, que funcionarán mediante un identificador, tarjeta o llavero que registrará la actividad de cada vecino.
Se trata de una de las novedades que incorpora el nuevo contrato de limpieza y recogida de residuos que se aprobará este viernes en el pleno municipal y que la alcaldesa, Ada Colau, y el concejal de Emergencia Climática, Eloi Badia, han presentado este lunes en rueda de prensa.
Este identificador permitirá bonificaciones en la tasa de residuos en función del volumen de residuos que se reciclen, una bonificación que, según ha detallado Badia, prevén que se haga por unidad familiar y no por individuo.
Cada persona tendrá que separar en su casa la fracción orgánica y al llegar al contenedor tendrá que identificarse para que éste se abra y pueda dejar su residuo; al identificarse, la actividad se procesará en una plataforma donde el usuario podrá ver sus aportaciones.
Más allá de esta iniciativa, el Ayuntamiento quiere seguir priorizando el servicio 'Puerta a puerta', que consiste en tirar los residuos bien separados delante de la puerta de casa siguiendo un calendario prestablecido por cada fracción.
"En algunas fracciones puntuales puede aparecer un contenedor inteligente pero, si queremos llegar a los objetivos que marca la Unión Europea, lo que consigue mejores resultados es el 'Puerta a puerta'", ha señalado Badia.
Este servicio se empezó a implementar en 2018 en el barrio de Sarrià y durante este año está previsto que se instale en Sant Andreu, Horta y Sant Antoni.
66% DE LA FLOTA ELÉCTRICA
El nuevo contrato de limpieza contempla una flota menos contaminante --con una electrificación que llegará al 66% de los vehículos, frente al 20% actual-- y el aumento de la plantilla con 400 operarios, 225 de los cuales serán para el servicio de limpieza viaria.
Se incorporarán más equipos polivalentes, más limpieza con agua, nueva maquinaria adaptada a nuevos espacios de la ciudad (como los carriles bici), a la que se destinarán más de 250 millones de euros y que servirá para el resto de municipios del área metropolitana.
Además, por primera vez, los equipos de limpieza también se encargarán de la limpieza de los parques y jardines y otros espacios verdes urbanos; y se reducirán un 17% los contenedores de fracción resto, mientras que los de reciclaje se incrementarán en un 25%.
El nuevo contrato de los servicios de limpieza y recogida de residuos, que entrará en vigor a principios del 2022, es el más grande del consistorio tanto en relación a la duración prevista, de ocho años más dos prorrogables, como por el importe, de casi 300 millones de euros anuales, con un total de más de 2.300 millones.
Colau ha asegurado que supone "un punto de inflexión", en el que llevan trabajando desde el mandato anterior y al que ha dicho que le quieren dar la máxima prioridad, y ha pedido la corresponsabilidad de la ciudadanía para intentar generar los menos residuos posibles.
MÁS CONTROL CIUDADANO
Con el objetivo de que el ciudadano tenga más control sobre los servicios de limpieza y recogida de residuos, el consistorio desarrollará una nueva 'webapp' para que los vecinos conozcan los detalles del servicio en su barrio "con la voluntad de mejora constante".
Durante los próximos años, está previsto que esta nueva herramienta incluya un espacio personal para la ciudadanía donde, además de consultar las aportaciones hechas, se podrán desarrollar herramientas para fomentar la recogida selectiva.
Otra forma más de CONTROL SOCIAL... ¿Será éste el principio del Carnet Social por puntos que ya funciona en China, donde los ciudadanos son premiados o "castigados" por sus actos..?
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